domingo, 19 de febrero de 2012

EL RENACIMIENTO EN LITERATURA


APUNTES SOBRE EL RENACIMIENTO


El Renacimiento visto a través de las obras de arte


Repasamos ideas sobre el Renacimiento

En el siguiente enlace encontrarás una presentación realizada por el profesor Manuel Guerrero sobre el período renacentista. Te servirá para afianzar tus ideas sobre este momento cultural.

Preguntame sobre el Renacimiento


AUTORES


Garcilaso de la Vega (principios del XVI)

a) Repasamos la biografía con este vídeo




b) Garcilaso y la mitología. Una interesante presentación sobre este autor y esta temática renacentista

c) Lectura y comentario del soneto XXIX. El mito de Hero y Leandro. Otra historia de amor.


Pasando el mar Leandro el animoso,
en amoroso fuego todo ardiendo,
esforzó el viento, y fuése embraveciendo
el agua con un ímpetu furioso.

Vencido del trabajo presuroso,
contrastar a las ondas no pudiendo,
y más del bien que allí perdía muriendo
que de su propia vida congojoso,

como pudo, ’sforzó su voz cansada
y a las ondas habló d’esta manera,
mas nunca fue su voz dellas oída:

"Ondas, pues no se escusa que yo muera,
dejadme allá llegar, y a la tornada
vuestro furor esecutá en mi vida."

Para entender bien el poema tienes que buscar información sobre el mito clásico de Leandro y Hero. Aquí abajo tienes un resumen de la historia:

Hero era una sacerdotisa de Afrodita que vivía en una torre en Sestos, en el extremo del Helesponto. Leandro era un joven de Abidos en el otro lado del estrecho. Cuando se celebró en Sestos un festival en honor de Adonis y Afrodita, al cual acudieron personas de muchas ciudades, Hero no abrigaba otros planes que no fueran sus deberes de sacerdotisa, pero en cuanto Leandro la vio, quedó prendado de su hermosura. Hero también se dejó cautivar por él, pero le advirtió que sus padres no le permitirían casarse con un extranjero. Fue entonces que Leandro, vencido por su amor, le dijo: “Por tu amor, cruzaría hasta las olas salvajes”.

Este profundo amor estaba destinado a la desgracia, puesto que una sacerdotisa sólo debía dedicar su vida a la divinidad. Pero ellos no renunciaron fácilmente. Cada noche Leandro cruzaba el Helesponto nadando para estar con ella, y Hero debía encender una lámpara en lo alto de la torre para poder guiarle en la oscuridad. Este inestable arreglo duró lo que la estación estival. Al llegar el invierno, el mar cambió, pero el clima glacial no detuvo el amor de Leandro. Una noche, el cielo no tuvo piedad y arrebató las aguas con una tempestad, agitando el mar y apagando la lámpara de Hero. Perdido entre las furiosas olas, Leandro pereció ahogado. Cuando Hero halló su cuerpo inerte en la orilla a la mañana siguiente, lo tomó desconsolada entre sus brazos y una ola enorme se los llevó a ambos, para perderlos juntos en la infinidad del horizonte.
En este soneto se muestra el momento en el que Leandro atraviesa el mar por última vez en una noche de tormenta. Cuando vio que ya no tenía escapatoria y que su destino era morir entonces les pide a las olas de la tempestad que le llevasen a la orilla de Hero y así, al verla ella, se irían juntos en la muerte.


FRAY LUIS DE LEÓN

ODA I


VIDA RETIRADA

 
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera

de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.

El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.

Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado






Santa Teresa de Jesús






Biografía y obra en prosa

Teresa de Cepeda y Ahumada nació el 28 de marzo de 1515 en Ávila (España). Murió el 4 de octubre de 1582. En 1612 se canoniza a Santa Teresa por su vida ejemplar de religiosidad, por su inspiración y por la reforma religiosa que inició.
Su formación es fundamentalmente autodidacta, aun cuando estudió brevemente en el colegio religioso de Santa María de Gracia de Ávila. Mujer de espíritu inquieto, ella misma nos cuenta que leía con avidez los libros de caballería, y que siendo niña (siete años) huyó con su hermano para ir “a tierra de moros”. En 1535, a los veinte años de edad, entra en el convento carmelita y decide hacerse religiosa y en 1536 recibe el hábito en las carmelitas de la Encarnación con el nombre de Teresa de Jesús.
Durante los primeros años en el convento intensificó prácticas ascetas que debilitaron su salud. Respuesta físicamente, dirigió sus energías a reformar la vida relajada del convento. Al principio encontró fuerte oposición por parte de la jerarquía eclesiástica y por parte de la misma Orden de los Carmelitas.
Fue denunciada a la Inquisición por su obra Libro de su vida (1562), que Teresa de Jesús había escrito por consejo de su confesor. Fue recluida brevemente en un convento en Toledo. Su tenacidad le permitió vencer los obstáculos. Contó también con el apoyo de su director espiritual y de Fray Luis de León, así como de los jesuitas, quienes veían en los ideales de reforma de Teresa de Jesús un apoyo contra la reforma protestante y de acuerdo a los ideales de la Contrarreforma. También contó con la ayuda de un joven fraile carmelita, San Juan de la Cruz, quien no sólo apoyó a Santa Teresa, sino que también inició la reforma de los Carmelitas Descalzos. Finalmente, mediante intercesión del rey de España Felipe II, el Papa autorizó la reforma. Teresa de Jesús detalla su lucha en pro de la reforma y la creación de nuevos conventos (17 durante su vida), en su Libro de las fundaciones (1580).
Además de los dos libros ya citados, de fuerte carácter autobiográfico, estudiamos a Teresa de Jesús en literatura como representante de la literatura mística, sobre todo en obras como Camino de perfección (1564), Meditaciones sobre los Cantares (1567), Moradas del Castillo interior (1578). Este último libro, Las moradas, es la obra de más repercusión literaria de Teresa de Jesús.

Santa Teresa escribe con un estilo sencillo que fluye con naturalidad. Usa constantemente imágenes de la vida diaria y un lenguaje paradójico para expresar conceptos profundos de la experiencia mística.
 La fama de Santa Teresa en el mundo literario proviene de su obra escrita en prosa.  La tradición no obstante le atribuye también un reducido número de poesías (siete, según algunos críticos, o treinta y tres, según sus Obras completas).
La mayoría de sus poemas son villancicos o poemas de ocasión, pero entre sus poesías destaca un poema en particular, “Vivo sin vivir en mí”.
El tema de este poema no es nuevo, pues pertenece a la tradición poética española anterior a Santa Teresa. Así, el tercer verso de la coplilla inicial, “que muero porque no muero”, que sirve también de estribillo, había sido usado anteriormente, entre otros poetas, por Juan Meneses (“que no vivo porque vivo” / “y muero porque no muero”) y Duarte de Brito (“ya no vivo porque vivo” / “y muero porque no muero”). Santa Teresa, en la tradición del misticismo, transforma estas imágenes del amor profano en un poema a lo divino.
  1. Vivo sin vivir en mí
    y de tal manera espero,
    que muero porque no muero.
  2. Vivo ya fuera de mí
    después que muero de amor,
    porque vivo en el Señor
    que me quiso para Sí.
    Cuando el corazón le di
    puso en él este letrero:
    Que muero porque no muero.
  3. Esta divina prisión
    del amor con que yo vivo
    hace a mi Dios mi cautivo
    y libre mi corazón;
    y causa en mí tal pasión
    ver a mi Dios prisionero,
    Que muero porque no muero.
  4. ¡Ay, qué larga es esta vida,
    qué duros estos destierros,
    esta cárcel y estos hierros
    en que el alma está metida!
    Sólo esperar la salida
    me causa dolor tan fiero,
    que muero porque no muero.
  5. ¡Ay, qué vida tan amarga
    do no se goza el Señor!
    Porque si es dulce el amor,
    no lo es la esperanza larga:
    Quíteme Dios esta carga
    más pesada que de acero,
    que muero porque no muero.
  6. Sólo con la confianza
    vivo de que he de morir,
    porque muriendo el vivir
    me asegura mi esperanza.
    Muerte do el vivir se alcanza,
    no te tardes, que te espero,
    que muero porque no muero.
  7. Mira que el amor es fuerte;
    vida, no me seas molesta,
    mira que sólo me resta,
    para ganarte, perderte;
    Venga ya la dulce muerte,
    venga el morir muy ligero,
    que muero porque no muero.
  8. Aquella vida de arriba,
    que es la vida verdadera,
    hasta que esta vida muera
    no se goza estando viva.
    Muerte, no seas esquiva;
    viva muriendo primero,
    que muero porque no muero.
  9. Vida, ¿qué puedo yo darle
    a mi Dios que vive en mí,
    si no es perderte a ti
    para mejor a Él gozarle?
    Quiero muriendo alcanzarle,
    pues a Él solo es al que quiero,
    que muero porque no muero.
  10. Estando ausente de Ti,
    ¿qué vida puedo tener,
    sino muerte padecer
    la mayor que nunca vi?
    Lástima tengo de mí
    por ser mi mal tan entero,                                                                                                             
    que muero porque no muero.
  11. Cuando me gozo, Señor,
    con esperanza de verte,
    viendo que puedo perderte,
    se me dobla mi dolor.
    Viviendo con tanto pavor
    y esperando como espero,
    que muero porque no muero.

Algunas reflexiones sobre estre conocido poema de Santa Teres
  • Forma: La poeta usa un verso popular en español, pero lo estructura en una estrofa y con una rima que muestra el cuidado de la poesía culta ¿Cómo podemos describir estos versos y estrofas y qué rima tienen?
  • En el poema se usa la paradoja con mucha frecuencia, pero especialmente en el estribillo “que muero porque no muero”, que da base al poema. En el lenguaje de la mística son frecuentes también las antítesis y el oxímoron, ¿qué ejemplos encuentra en el poema y cómo los explica?
  • ¿Por qué podemos decir que se usan los recursos literarios de un poema de amor profano, pero a lo divino?
  • ¿Cuál es el tema central del poema y como podemos interpretar el apóstrofe en la estrofa nueve?
  • ¿Qué otros recursos poético usa la poeta para expresar su sentir y qué significado tienen?
  •  
COLOQUIO AMOROSO
Si el amor que me tenéis,
Dios mío, es como el que os tengo,
Decidme: ¿en qué me detengo?
O Vos, ¿en qué os detenéis?

- Alma, ¿qué quieres de mí?
- Dios mío, no más que verte.
 - Y ¿qué temes más de ti?
 - Lo que más temo es perderte.

Un alma en Dios escondida
¿qué tiene que desear,
sino amar y más amar,
y en amor toda escondida
tornarte de nuevo a amar?

Un amor que ocupe os pido,
Dios mío, mi alma os tenga,
para hacer un dulce nido
adonde más la convenga.



San Juan de la Cruz
 
Noche oscura del alma

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En una noche oscura,        con ansias en amores inflamada,(¡oh dichosa ventura!)salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada.                       5

  A oscuras y segura,por la secreta escala disfrazada,(¡oh dichosa ventura!)a oscuras y en celada,(muy enamorada)estando ya mi casa sosegada.                           10En la noche dichosa,en secreto, que nadie me veía,ni yo miraba cosa,sin otra luz ni guía                              sino la que en el corazón ardía.                   15Aquésta me guïabamás cierta que la luz del mediodía, adonde me esperabaquien yo bien me sabía,en parte donde nadie parecía.                      20¡Oh noche que me guiaste!,        ¡oh noche amable más que el alborada!,¡oh noche que juntasteamado con amada,                     amada en el amado transformada!                   25

  En mi pecho florido,que entero para él solo se guardaba,allí quedó dormido,y yo le regalaba,                    y el ventalle de cedros aire daba.                  30
      abanico
  El aire de la almena,cuando yo sus cabellos esparcía,con su mano serenaen mi cuello hería,y todos mis sentidos suspendía.                  35Quedéme y olvidéme,              el rostro recliné sobre el amado,cesó todo, y dejéme,             dejando mi cuidadoentre las azucenas olvidado.                     40
 
 
Esquema-borrador  de un posible comentario literario 

Localización.

Obra de S. Juan/ Segundo Renacimiento/Corriente religiosa/Influencia italiana en cuanto a formas y temas (a lo divino)

Tema. Místico, unión del alma con Dios

Resumen. Aparentemente durante la noches se encuentran los enamorados para unirse. Teniendo en cuenta que es un poema religioso y de S. Juan, se trataría del proceso por el cual el alma del poeta consigue la unión divina.

Estructura

-Las dos primeras liras(1-10)   vía purgativa
-Las estrofas 3 y 4, vía iluminativa, contemplación del alma del amor divino  “más cierta que la luz del mediodía” v. 17
- De la estrofa 5 al final, unión con el amado-dios

Estudio de la forma

- Métrica: 8 liras – arte mayor y menor- ; rima consonante aBabB
- Figuras literarias:
Símbolos:  v.2 “casa sosegada” vida interior
                  v. 11-21 “la noche”. Camino de la sabiduría
                 v. 24.”amado con amada” alma-Dios
Paralelismos v. 21-23
Anadiplosis, v. 24-25
Hipérbaton  v. 30
Políptoton  v.

 Conclusión
Conocido poema de S. Juan donde exponen el proceso de unión con Dios, mediante símbolos.
Podemos comprobar el estilo de San Juan, vocabulario sencillo, popular.

 Esquema del comentario del texto de Fray Luis de León, Oda a Francisco Salinas (Ideas básicas).

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Oda a Francisco Salinas

El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,

por vuestra sabia mano gobernada.

A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino                                                                                                  
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.

Y como se conoce,
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.

Aquí la alma navega
por un mar de dulzura, y finalmente
en él así se anega

que ningún accidente
estraño y peregrino oye o siente.

¡Oh, desmayo dichoso!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!


-->
1.) Localización:
  1. Este poema, escrito por Fray Luís de León (1527-1591), poeta español de notable importancia en la literatura española del Renacimiento, recibe el nombre de Oda.
  2. La oda, es una composición poética del género lírico que …
  3. Obras en prosa
  4. Obras poéticas
  5. Estilo. Poeta místico, y características de la mística

2) Resumen.
  • Ante la música de su amigo Salinas, el poeta consigue aproximarse a la luz y a la contemplación de Dios, entra en una especie de transe. El alma libre de codicia y de lo terrenal se alza hasta un estado de dicha y felicidad.

3) Tema
 
  • Descripción de cómo llega a la vía iluminativa y unitiva gracias a la música. Explicación   Tema religioso, vertiente mística                                                                                                 
  • Citas donde se ve entre comillas.


4) Estructura, en dos partes coindiendo con la vías iluminativas y unitivas

  • Las tres primeras liras: la música de Salinas despierta el alma del poeta (v.7) y la mejora e ilumina
  • Las dos liras finales: unión con Dios (v." y finalmente/en él así se anega")

5) Estudio de la forma

Métrica
  • Métrica. Liras: 7a11B 7a 7b 11B. Heptasílabos y endecasílabos con rima...
  • En cada estrofa cambia la rima, que es consonante
  • Encabalgamientos suaves
  • Encabalgamiento abrupto, v. 6-7 “a cuyo son divino/mi alma, que en el olvido está sumida”. También se aprecia en la cuarta estrofa: “Aquí la alma navega/ por un mar de dulzura, y finalmente/

Figuras retóricas

  • Hipérbatos en varios versos, ejemplo: "la música estremada/por vuestra sab ia mano gobernada", v. 4-5
  • Hipérboles: “música extremada” v.5
  • Metáfora en la cinco estrofa: “Aquí la alma navega por un mar de dulzura” alma/barco, mar/ Sosiego, armonía, felicidad
  • Anáfora en “Oh, desmayo dichoso…Oh muerte que das vida…Oh dulce olvido
  • En la anáfora anterior también podemos apreciar personificación, oxímoron (muerte/vida) y apóstrofe (se dirige a ese estado en el que se encuentra:" Oh, dulce olvido")

Conclusión

Hemos comentado uno de los poemas más importantes de Fray Luis, un escritor que sobresale también por su obra en prosa. Es interesante subrayar el significado de los dos últimos versos:

  "¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!"
La lira final concluye con un tono exclamativo "Oh, desmayo dichoso" . El alma ya se encuentra fundida con la divinidad, y desea que ese estado (reposo) fuera más duradero y no tuviera que regresar al estado normal, de los sentidos ("bajo y vil sentido).